sábado, 6 de noviembre de 2021

Los Despidos Disciplinarios

El despido disciplinario es una rescisión del contrato por parte de la empresa. Solo está motivado si el trabajador ha cometido una falta muy grave. También puede llevarse a efecto si se acumulan varias faltas leves o graves en un espacio de tiempo concreto.

La ley que regula este tipo de despidos, así como las principales relaciones laborales entre el trabajador y la empresa, es el denominado Estatuto de los Trabajadores. En el artículo 54 del mismo, se especifican cuáles son esas faltas que pueden motivar el despido disciplinario. A continuación encontrarás enumeradas algunas de las principales:

  • El hecho de haber delinquido dentro del puesto de trabajo.
  • Haberse incorporado al trabajo bajo los efectos del alcohol o de otro tipo de drogas.
  • Faltar al puesto de trabajo sin justificación alguna.
  • Acudir al puesto de trabajo con retraso de forma reiterada.
  • Acosar sexualmente a un compañero o compañera de trabajo.
  • Discriminar o acosar a algún compañero o superior, por motivo de raza, sexo, discapacidad, religión u orientación sexual.
  • Agredir física o verbalmente a un compañero o familiar del mismo.
  • No rendir en el trabajo de forma evidente, reiterada, consciente y voluntaria.
  • Abusar de la confianza, transgredir la buena fe que deber regir toda relación entre las partes del contrato e incumplir los acuerdos del mismo.
De todos modos, el empresario, según el artículo 55 del mencionado Estatuto de los Trabajadores, ha de cumplir una serie de requisitos para poder llevar a efecto este despido disciplinario. En concreto:
  • Ha de enviar de forma fehaciente una carta de despido al afectado.
  • En la carta han de constar los motivos del despido así como la fecha en la que ocurrieron los hechos.
  • La carta debe estar firmada por 2 testigos.
Aún así, el trabajador puede impugnar el despido y sería la empresa la que tendría que demostrar su culpabilidad ante el juez, que es a la postre el que tendrá que determinar la procedencia o improcedencia del despido.

Sea cual sea tu situación y, tanto si te encuentras en la parte de la empresa como si eres un trabajador afectado por este despido, no dudes en consultar a los profesionales de la abogacía para que te aconsejen y te informen tanto de tus derechos como de tus obligaciones al respecto. Existen muchos detalles que no hay que descuidar como el tiempo de afiliación a la Seguridad Social, por ejemplo. Lo importante es ajustarse a la ley y conocerla para que no pasen los plazos y no verse perjudicado sin necesidad.