El despido disciplinario es
una rescisión del contrato por parte de la empresa. Solo está motivado si el
trabajador ha cometido una falta muy grave. También puede llevarse a efecto si
se acumulan varias faltas leves o graves en un espacio de tiempo concreto.
La ley que regula este tipo de
despidos, así como las principales relaciones laborales entre el trabajador y
la empresa, es el denominado Estatuto de los Trabajadores. En el artículo 54
del mismo, se especifican cuáles son esas faltas que pueden motivar el
despido disciplinario. A continuación encontrarás enumeradas algunas de las
principales:
- El hecho de haber delinquido dentro del puesto de trabajo.
- Haberse incorporado al trabajo bajo los efectos del alcohol o de otro tipo de drogas.
- Faltar al puesto de trabajo sin justificación alguna.
- Acudir al puesto de trabajo con retraso de forma reiterada.
- Acosar sexualmente a un compañero o compañera de trabajo.
- Discriminar o acosar a algún compañero o superior, por motivo de raza, sexo, discapacidad, religión u orientación sexual.
- Agredir física o verbalmente a un compañero o familiar del mismo.
- No rendir en el trabajo de forma evidente, reiterada, consciente y voluntaria.
- Abusar de la confianza, transgredir la buena fe que deber regir toda relación entre las partes del contrato e incumplir los acuerdos del mismo.
De
todos modos, el empresario, según el artículo 55 del mencionado Estatuto de los
Trabajadores, ha de cumplir una serie de requisitos para poder llevar a
efecto este despido disciplinario. En concreto:
- Ha de enviar de forma fehaciente una carta de despido al afectado.
- En la carta han de constar los motivos del despido así como la fecha en la que ocurrieron los hechos.
- La carta debe estar firmada por 2 testigos.
Aún
así, el trabajador puede impugnar el despido y sería la empresa la que
tendría que demostrar su culpabilidad ante el juez, que es a la postre el que
tendrá que determinar la procedencia o improcedencia del despido.
Sea
cual sea tu situación y, tanto si te encuentras en la parte de la empresa como
si eres un trabajador afectado por este despido, no dudes en consultar a los
profesionales de la abogacía para que te aconsejen y te informen tanto de
tus derechos como de tus obligaciones al respecto. Existen muchos detalles que
no hay que descuidar como el tiempo de afiliación a la Seguridad Social, por
ejemplo. Lo importante es ajustarse a la ley y conocerla para que no pasen los
plazos y no verse perjudicado sin necesidad.